¿Sabes cómo son esos días en los que no tienes ganas de hacer nada después de un día lleno de rollos y problemas, pero sabes que tienes que comer algo? Pues esta receta es para uno de esos días en los que el cuerpo te pide algo caliente. Es una receta llena de sabores deliciosos como el umami del miso, la frescura del cebollino o la textura de los fideos instantáneos.